
Memorias de polvo y fuego
hugo
ismael
Enero 2025
Hugo Ismael nos invita a un viaje profundo y conmovedor a través de la vida, la muerte y el proceso del duelo. Utilizando cenizas de flores de cempasúchil, símbolo del Día de Muertos en México, Hugo transforma este material efímero en una poderosa metáfora que conecta con las memorias y las ausencias.
Cada obra es un testimonio del proceso personal del artista tras la pérdida de su madre. Las cenizas, que representan tanto el final como el inicio de un ciclo, se convierten en el medio a través del cual se exploran temas como la impermanencia y la transformación. En “Evanescencia”, las cenizas se aplican sobre papel de algodón, creando un campo gris que evoca lo efímero de la existencia. Este trabajo no solo es una representación visual, sino también una reflexión sobre el dolor y el amor que persiste incluso después de la muerte.
Hugo utiliza técnicas como el frottage para crear imágenes que capturan la esencia de las urnas cinerarias y los montículos de ceniza, simbolizando los restos de quienes han partido. En “Montículo”, las cenizas se convierten en una representación tangible del duelo, recordando a los espectadores la fragilidad de la vida. La obra “Urnas Cinerarias” revela una imagen dual que conecta con el acto de incineración, reflejando cómo las cenizas pueden ser tanto un vestigio físico como un recuerdo emocional.
A través de su obra, Hugo Ismael nos confronta con nuestra propia mortalidad y nos invita a considerar cómo honramos a aquellos que hemos perdido. En “Constelaciones”, las cenizas se convierten en un lienzo que conecta lo infinitamente grande con lo minúsculo, sugiriendo que incluso en la pérdida hay un universo lleno de posibilidades y conexiones. Este aspecto resalta la dualidad entre vida y muerte, donde las cenizas actúan como un puente entre ambos estados.
La exposición también aborda el concepto de lo infraleve, donde las cenizas simbolizan lo que queda después del fuego: un recordatorio tangible de lo que fue. Este enfoque invita a los espectadores a reflexionar sobre sus propias experiencias con la pérdida y cómo estas memorias moldean su identidad.
“Memorias de Polvo y Fuego” es más que una colección de obras; es una experiencia sensorial que nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con el tiempo, el recuerdo y la fragilidad de la vida. Al caminar por esta exposición, los espectadores son llamados a recordar, a sentir y a encontrar belleza en lo efímero.